Oriundo de España, asesinó a su familia en 2000. Recibió una condena a 8 años de los cuales seis pasó en un instituto de menores y el resto en un regimen de libertad vigilada. Se lo considera un asesino recuperado.

«Me he rehabilitado y siento que la forma en que lo he hecho puede ser beneficiosa para otras personas. Me llamo José Rabadán Pardo y maté a mis padres y a mi hermana con una catana cuando tenía 16 años». Así comienza el documental “Yo Fui un Asesino: El Crimen de la Catana”, de 2017, dirigido por Juan Moya.

Rafael Rabadán era camionero y tenía una hija. Volvió a formar una familia con Mercedes Pardo, ama de casa, con quien tuvo otros dos hijos con los que convivía: José y María. Vivían en Santa Rosa 20, en Murcia, España. Ellos solían ir al gimnasio del barrio a practicar artes marciales, pero quien más asistía era José, a quien Rafael le regaló una catana y un machete, entre otras armas blancas.

Según contó José, a sus 16 años no quería continuar con la escuela, prefería estudiar un oficio. En un momento de crisis, escapó de su casa y deambuló. Pocas horas después, llamó a sus padres para que lo fueran a buscar. Decidieron anotarlo en un oficio, el de soldador. Al mismo tiempo, empezó a leer sobre satanismo. En ese momento fue que habría plasmado, de alguna manera, la idea de asesinar a toda su familia preguntándose qué pasaría si ellos no estuvieran.

El viernes 1 de abril de 2000 se acostó con la catana bajo su almohada, pero no durmió. Cuando empezó a salir el sol, se dirigió a la habitación de su padre y lo hirió ferozmente. Recuerda, según contó en el documental, que su cuerpo se accionaba solo: “Mi cuerpo continuó atacando a mi familia”. Después fue el turno de su madre, que intentó defenderse y la catana se partió, y por último su hermana pequeña, de 9 años, con síndrome de Down.

La autopsia indica que los tres cadáveres sufrieron entre 90 y 100 heridas en la cabeza y en el tórax. Y que después de matarlos usó el machete para apuñalarlos y asegurar la muerte. El cuerpo de su padre fue arrastrado hacia el baño, el de su hermana colocado en la bañera. Su madre estaba en la habitación de su hija menor, con quien dormía. A todos les puso una bolsa en la cabeza. Escapó de la casa con su teléfono y dinero que sacó de los ahorros familiares.

La policía se enteró de los hechos porque recibió dos llamados de él. En el primero hablaba de tres muertos en una casa. En el segundo aclaró que había matado a sus padres y a su hermana. Ningún vecino oyó nada. El 3 de abril fue detenido en la estación de trenes de Alicante.

Según los datos de los policías que le tomaron la primera declaración el móvil habría sido “para sentirse un hombre libre”.

“Pensé en cómo me iría la vida si no estuvieran mis padres y mi hermana y esa idea la fui madurando hasta que el viernes vi la idea de forma positiva, en el sentido de que sería bueno para mí y mi familia. Para mí, porque cambiarían las circunstancias de mi vida, y para mi familia, porque así terminaría con el sufrimiento cotidiano del trabajo, los disgustos de la familia, mi hermana que padece síndrome de Down…”

Hubo dos diagnósticos entre la acusación y la defensa. El primero indicó que se trataba de un psicópata, narcisista y sádico. El segundo que sufría una psicosis epiléptica que, sumada al insomnio, produjo el desenlace fatal.

Fue juzgado por la Ley del Menor que hacía poco había entrado en vigencia en España. La condena fue a 8 años. Estuvo 9 meses en la cárcel, 6 años en un instituto de Menores con un tratamiento y el resto en una semi-libertad en una asociación religiosa.

“Si yo estaba enfermo, al día de hoy no lo estoy”, enfatizó en el documental. Otras frases fueron: “Soy cristiano, Cristo me compró con su preciosa sangre”, “tal vez soy un psicópata bueno”, “Dios me ha salvado”.

José, al que la justicia considera recuperado, formó una familia, tiene una hija y trabaja como broker de bolsa. En el pecho, a la altura del corazón tiene tres cruces tatuadas: dos grandes y una pequeña para recordar a su familia que asesinó.

Fotos. Capturas de pantalla. “Yo Fui un Asesino: El Crimen de la Catana”.